El imputado por el homicidio de Marcelo Acosta no estuvo en condiciones de hablar y pasará la noche en la Unidad Penal 44 de Batán y el miércoles será trasladado a Tribunales, para declarar frente a la fiscal Florencia Salas. Estuvo vinculado con otro homicidio y con una peligrosa banda de asaltantes liderado por su hermano, Martín Juárez.
El detenido por el asesinato de Marcelo Acosta, Diego “Mono” Juárez, no puedo declarar por encontrarse “desequilibrado” y la audiencia se pospuso para el miércoles, un tiempo prudencial para que el imputado de “homicidio agravado” esté en “condiciones” para hablar frente a la fiscal Florencia Salas.
Fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL explicaron que al momento de ser detenido, Juárez se encontraba en un estado “desequilibrado y violento” y no podía hablar de forma coherente, mucho menos declarar.
El “Mono”, como se lo conoce en el mundo del hampa, es considerado un peligroso delincuente de la ciudad con un prontuario extenso en el que se lo vincula con un homicidio y con una banda de violentos asaltantes que lideraba su hermano, Martín Juárez, quien hoy cumple con arresto domiciliario.
Juárez se encuentra imputado por “homicidio agravado” y la principal hipótesis de los investigadores es que no tenía “motivos” para matar a Acosta, no había una enemistad manifiestas y problemas de vieja data.
Según trascendió, todo se resume a una discusión que ese 12 de agosto mantuvo “Mono” Juárez con dos personas que venden droga al narcomenudeo en una precaria casa en Namuncurá y Hernandarias. De las palabras pasaron a los golpes y el “Mono” se fue humillado y juró que volvería a vengarse.
Esa misma tarde Acosta, que debía cumplir con arresto domiciliaria en su casa, fue a visitar a su abuela a Namuncurá y Hernandarias y en determinado momento se encontró con una fuerte discusión entre vecinos de su abuela y un grupo de personas, entre las que se encontraría el “Mono”. Según testigos Acosta quiso interceder, calmar los ánimos y en ese contexto fue baleado, presumiblemente por Juárez.
Nueve años prófugo
El “Mono” Juárez estuvo acusado de participar en el asesinato de Oscar Lago en el barrio San Antonio en el año 2008, cuando llevó hasta la casa de la víctima a un menor para que lo matara. El adolescente, de 16 años, fue condenado por el crimen, mientras que Juárez logró mantenerse prófugo durante nueve años, hasta que en octubre de 2017 fue detenido en el partido de Lomas de Zamora.
Además, el “Mono” participó de la banda de su hermano, Martín Juárez, dedicada a violentos robos en casas de familia, que fue desbaratada en 2015 tras una investigación del fiscal Mariano Moyano. En esa oportunidad, tras los allanamientos, también había logrado evadir a la justicia y quedar prófugo.
Una víctima conflictiva
Acosta había sido condenado a 11 años de prisión por el secuestro de Alejandro Daniel Bauzá, ocurrido el 6 de mayo de 2013. Parte de su condena la cumplió en el penal e Ezeiza, donde era considerado por el servicio penitenciario como “conflictivo y violento”. Según informaron fuentes judiciales, durante su estadía participó de al menos tres violentas peleas con otros presos, en las que recibió 18 puñaladas.
Por su forma de ser, Acosta llegó a estar más de 2 años sin recibir visitas y prácticamente aislado, hasta que en noviembre de 2020 fue beneficiado con el arresto domiciliario.
El jueves 12 de agosto, Acosta incumplió con el arresto domiciliario y fue a visitar a su abuela al barrio Santa Rita. A las 21.18 la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica comunicó al fiscal Federal Juan Manuel Pettigiani que se había detectado la alerta de la tobillera de Acosta, quien debería encontrarse en su casa del barrio Belisario Roldán.
A las 21.48 se registró otra alarma porque la tobillera estaba “fuera del alcance rastreador”. Sin embargo, Acosta desde hacía dos horas que peleaba por su vida en la terapia intensiva del Hospital Interzonal, donde finalmente murió luego de haber sido baleado en la cabeza en el barrio Santa Rita.